Relatos geométricos entre la mirada y el pensamiento

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Siempre me ha interesado crear a partir de formas simbólicas que reflejen el orden de la naturaleza y su movimiento permanente.

Generalmente, en mi trabajo sigo un proceso flexible y abierto a las posibilidades que se generan en torno a la propia investigación plástica que en ese momento esté desarrollando. En ocasiones parto de una idea que condiciona y define el modo de generar formas y composiciones escultóricas, y en otros momentos, es el propio procedimiento el que me guía para obtener resultados que no siempre parten de una idea cerrada y demasiado definida. Lo que sí es un tema constante y recurrente en mi trabajo es el estudio de la geometría y su componente simbólico, que son para mí una manera natural de expresarme. Por ello, me centro en el estudio de la geometría para el desarrollo de mis ideas, por ser esta el lenguaje gráfico de la razón y el símbolo la representación de una idea que permite crear vínculos entre los conceptos y las experiencias.

Nunca abandono el componente lúdico, que, desde la experimentación, veo en el proceso de creación, que, siempre a partir de la idea del juego, me permite establecer una relación con el desarrollo escultórico. Así, enfoco mi labor desde una perspectiva flexible, que me permita estar abierto a la multitud de posibilidades que pueden surgir en torno a una misma idea o acción. Este planteamiento es el que sigo utilizando tras años de experiencia en el ámbito de la escultura, y el que me ha permitido llegar a la conclusión de que el mejor planteamiento creativo es el que nos permite fluir junto al propio proceso, que puede variar si vamos de la idea a la acción o viceversa. En mi caso, alterno esas dos vías que en muchas ocasiones de forma natural me llevan a resultados similares.